sábado, 21 de junio de 2008

¿Quién es Casilda?


Notarán que mis entradas a la página son un diálogo con un ser llamado Casilda. Hay quienes me preguntan si es real o ficticia. No les voy a responder, ya que de eso se trata la magia que esconde EL BOSQUE ESCONDIDO. Unos dicen que es una bruja blanca, otros que es un espíritu guardián de los bosques. Yo conozco su secreto, pero no me es permitido darlo a conocer. Sólo puedo decir que fue ella quien me confió las historias que formaron parte de mis novelas El bosque escondido y El valle prohibido, así como el pequeño cuento de El gnomo prisionero.

El camino secreto que lleva al bosque debe ser encontrado por cada uno. Y, es que, cada camino para llegar a él es diferente. Pero al igual que a mí, Casilda los estará esperando a todos. Dejen que su niño interior les hable y sabrán lo que tienen que hacer. No se sorpendan que de manera súbita estén a la puerta de ese maravilloso lugar.

viernes, 20 de junio de 2008

Progreso o destrucción


Qué fácil es comprender la perfección del mundo cuando logramos vibrar al compás de la naturaleza. Cada rueda girando a su velocidad indicada.
No comprendemos que somos una pieza más en el intrincado manantial de vida que es nuestro planeta. Que cada acción que cometamos tendrá consecuencias a corto, mediano y largo plazo...Paro la realidad es que no lo queremos entender de esa manera. Nos jactamos de ser los seres inteligentes en nuestro planeta Tierra, sin siquiera comprender que no somos más que una brusca en la larga historia de este cuerpo espacial.
En el poco tiempo que tenemos viviendo acá, ahora queremos salirnos de nuestro lugar y enfrentarnos a la naturaleza, destruir nuestra única casa, el único planeta donde sabemos que podemos vivir.
Pero no comprenden, Casilda, que todo responde a un plan superior. Y que con la misma facilidad que llegamos a este mundo saldremos de él. Después de todo, la supuesta inteligencia humana sólo ha servido para demostrar lo ignorante que somos. Nosotros por tratar de romper las reglas establecidas seremos instrumentos de nuestra propia desaparición.
Te dejo con esos pensamientos, y espera mi visita este fin de semana a El Bosque Escondido...